lunes, 30 de mayo de 2011

LOS DESCEREBRADOS ATACAN A LOS INDIGNADOS

Una mañana como las otras, nos levantamos y ponemos la televisión, no era muy temprano, el día anterior habíamos estado con los acampados de la plaza de Catalunya todo el día para luego acabar la noche en la de Cornellá. Las imágenes empezaron a desfilar, imágenes sangrientas de una violencia que creíamos ingenuamente que estaba perdida en los tiempos históricos de la dictadura, pero esos tiempos no eran históricos, estaban allí muy presentes.

El día anterior habíamos visto la amabilidad, la solidaridad de los indignados de Barcelona, tranquilos sonrientes, acogían a todo el mundo procurando, como decían, que todos estuvieran contentos, algunos les han reprochado su apoliticismo, lo que yo puedo decir es que durante tres días me he paseado entre ellos con una flor republicana en el pecho, con los tres colores, algunos me felicitaban, otros me decían que estaban con nosotros los republicanos y hasta me daban sonoros besos para mostrar la alegría interior que les habita, nos ofrecían cremas gratuitas para el sol y sitios sombreados para descansar, era la fiesta de la fraternidad.

Allí estaban los jóvenes solidarios y pacíficos, sentados en el suelo recibiendo las peores palizas que se habían visto en muchos años, la brutalidad sin freno se había apoderado de la plaza. En las mentes de todos están las terribles imágenes, patadas a las jóvenes sentadas, indefensas, chicos que mostraban las manos para reivindicar su pacifismo y que recibían porrazos en la cabeza, insultos, porras contra los que caían al suelo y actos de sadismo gratuitos y asquerosos, a un muchacho, incluso a dos se les tapa las narices para impedirles respirar, a otro se le presiona el cuello con el riesgo de que la falta de riego cerebral provoque un ataque, los muchachos no se movían, ni golpes mi insultos podían con ellos, la única sangre que tenían en las manos era la de las cabezas que los mossos les habían roto a porrazos.

Como justificación de la orden de desalojo de dio la posible victoria del Barça y el fútbol lo justifica todo, los partidarios del equipo tenían derecho a reunirse en Canaletas, sin ser molestados, sobre todo por la visión de unos jóvenes pacíficos que seguramente no están de acuerdo con sus brutales celebraciones, gritos, petardos, refriegas y palizas entre ellos, destrucción del mobiliario urbano, todo esto esta permitido, en ningún lugar del mundo se produce tanta violencia en la celebración de la victoria de un equipo, los mossos cuando intervienen lo hacen con miramientos y cuando la violencia llega a unos extremos insoportables, no es el caso de nuestra plaza donde destrozaron cuerpos de jóvenes tendidos en el suelo.

Puig lo cubrió todo, lo justifico todo, llegando a mentir diciendo que los indignados eran violentos, las cámaras de televisiones de todo el mundo estaban presentes y filmaban en directo, nada de eso vimos, solo paz y responsabilidad cívica, por eso pedimos la dimisión de este señor que no solo miente, sino que fue el que dio orden de actuar con violencia extrema, como en la manifestación del primero de mayo donde fue herida una compañera, mas aun en su intervención para justificar la orden de desalojo y la posterior violencia dice que si creemos que los mossos son unos descerebrados, pues si señor, así son y usted también lo es por permitir que se ataque a jóvenes pacíficos e indefensos.

Acabaré contando que los acampados siguen allí, que la represión ha indignado a todo el país y también en el extranjero, la revolución española tiene el viento en popa y se extiende por todas partes, en Francia imitando a la Generalitat Sarko ha hecho desalojar a los acampados de la Bastilla con gases lacrimógenos, pero la Bastilla volverá a tomarse, seguro.

Las últimas imágenes que guardare en mi memoria son las de un discapacitado en su silla de ruedas, los mossos se abalanzan sobre él, a uno de sus acompañantes le tiran al suelo y otro le protege con su cuerpo, hermosa imagen, como la de la joven que ofrece una flor a un mosso, este la ignora, la muchacha la pone a sus pies y el miembro del cuerpo represivo la patea con rabia, no importa, por mucho que destrocéis nuestras flores no podréis detener la primavera, la nuestra.

Milagros Riera

LLEIDA



BARCELONA


No hay comentarios: